viernes, 5 de abril de 2013

TRATA DE NO OBSESIONARTE POR LO DE SIEMPRE.


¿Qué es lo de siempre? Su madre, su trabajo, las tareas domésticas. A cada uno le da por una cosa. Cuidado con las obsesiones, sólo conseguirás sacar las cosas de quicio y hacer el problema más gordo.

Quien busca, encuentra. Saca ese asunto de tu vida. No lo nombres, no lo menciones, no hables de ello. Sólo dejará de ser un problema cuando dejes de darle protagonismo en tu relación de pareja.

Si es una cuestión de tomar decisiones, tómalas y actúa en consecuencia, pero deja de “marear la perdiz”.

¿Por qué sacamos una y otra vez cosas como lo mal que me sentó lo que hiciste el día tal...? (Lo que me dolió un comentario, un gesto, una acción), ¿hasta cuándo lo vas a estar recordando y culpabilizando o haciéndole sentir mal por aquello? Ya va siendo hora de que olvides.

Recuerda: Nosotros damos permiso a las personas para que nos puedan hacer daño, reviviendo malos recuerdos me golpeo una y otra vez, sacando punta a lo de siempre, me golpeo una y otra vez. ¡Basta ya!

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