A veces mostramos un sesgo perceptivo importante al valorar
lo que nos sucede. Es como si nos pudiéramos unas gafas con cristales de un
color y a partir de ahí toda nuestra realidad se tornara de ese mismo color.
No es cierto que todo vaya de mal en peor. Piensa en aquello
que sí funciona y recuérdaselo para que él también lo vea y se sienta menos
frustrado y más animado para resolver las diferencias.
Ej.: Puede ser un mal amo de casa, pero jugar mucho con el
niño. Puede ser un poco muermo pero muy trabajador, podéis discutir mucho pero
también quereros con locura, podéis tener poco dinero pero reíros mucho juntos.
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