1. Si tú no estás bien, nada lo estará.
La dedicación y falta de tiempo por el trabajo, el niño, la
casa, las discusiones, etc. es objetivo. Tu actitud hacia esa circunstancia y
todo lo que piensas y sientes es subjetivo, y ahí puedes intervenir desde ahora
mismo.
Tienes que estar bien contigo misma, serenarte, despojarte
de los sentimientos de culpa, ser capaz de recuperar tu independencia emocional
y perder el miedo a estar sola contigo misma. Tienes que desear estar con él,
pero no necesitar estar con él. Tienes que perder el miedo a perderlo.
“Quizás os parezca raro pero el primer paso está en
comprender lo que sucede en vuestra relación y la única manera de conseguirlo
esmirando dentro de vosotros mismos.
Si tenéis el valor de permanecer solos con vosotros mismos, os daréis cuenta que cada día seréis más fuertes para abordar vuestros problemas, de esta forma os sentiréis libres y capaces de pasar a la acción.
Una vez superado el miedo a la soledad, abandonareis todo resentimiento hacia el otro, porque seréis independientes. Apenas lo hagáis, os daréis cuenta que la infelicidad y la insatisfacción que sentíais desaparecen.
Probad y experimentad el perdón, intentad dar más bien que esperar a recibir, tened paciencia y sed constantes, y os sorprenderéis transformados. ¡Mejoraréis!
(Paloma Gascón. Psicoterapia.)
2. Demuéstrale que estás de su lado, SIEMPRE...
Tenéis que pasar progresivamente del miedo a la confianza.
No “voy a hacer esto o aquello para que no se enfade”, sino porque “verle feliz
me compensa y me hace feliz a mí también”.
Tenéis que recuperar la confianza en el otro, la confianza
de que me quiere aun sin ser perfecta/o, elige cada día estar conmigo libre y
voluntariamente, puedo mantener su amor a pesar de que no estemos de acuerdo en
todo.
La bronca termina siendo un mecanismo de defensa mediante el
cual consigo controlar al otro, ya que por las buenas parece no dar resultado.
La bronca lleva al miedo, y el miedo a medio-largo plazo al deterioro de la
relación, ya que nos sentimos tensos, humillados, manipulados, etc.
Para recuperar la confianza necesitamos sentir que se pone
en mi lugar, que está de mi parte, que no es mi enemigo/a sino la persona que
me quiere, que tiene en cuenta mis necesidades y deseos tanto como los suyos
propios.
Volvemos a la idea primera. TIENES QUE ESTAR A BIEN CONTIGO
para no necesitar demostrar nada, ni justificarte por nada. Si no, lo que
sucede es que nuestro comportamiento se centra en intentar que el otro se ponga
en nuestro lugar y que nos dé la razón.
Que nos den la razón cuando nosotros no nos ponemos en el
lugar de las otras personas es difícil, porque el otro siente lo mismo que tú,
quiere que le comprendan y le den la razón, alguno tiene que empezar, ¿por qué
no reconocer que los dos tenemos razón?
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