viernes, 5 de abril de 2013

EL CONFLICTO EN LA PAREJA


Un elemento central en la progresión y retroceso de una relación de pareja alude a las crisis. Las crisis de pareja y su superación deben entenderse como un proceso enriquecedor tanto para la pareja misma como para la personalidad de cada uno de sus miembros, aunque las crisis se pueden sentir de manera particularmente intensa.

Las crisis suelen desencadenarse por la propia evolución de la relación de pareja en el tiempo, a la hora de afrontar situaciones novedosas, cambios internos en cada uno de sus miembros (como pasar de amantes a cónyuges,  de marido y mujer a padre y madre, abuelo y abuela...) o desafíos externos (intromisión de las familias, etc.). Cada uno de estos pasos requerirá ajustes en la relación y el uso en muchos casos de nuevos recursos propios e interpersonales (como habilidades de resolución de problemas, comunicación, gestión de conflictos).

La superación de una crisis, es decir, la integración de las consecuencias derivadas de una crisis y la reorganización posterior por cada miembro conlleva la maduración de la relación y de cada uno de ellos. Después de cada momento crítico, una nueva fase calma y bienestar devuelve cada elemento a su lugar y todo empieza de nuevo.

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